sábado, 3 de septiembre de 2016

Sin ella nada sería lo mismo

No puedo seguir hablando de fútbol sin antes dedicarle unas líneas a la protagonista de todo esto, un objeto sublime al que muchos, incluyéndome, lo amamos con locura, sin ella estas palabras serían solo relleno en este blog, sin ella los amantes del fútbol tendríamos fines de semanas grises, cuando ella no está en esos dos o tres meses por año hasta el más pequeño la extraña. No hay mejor sobrenombre para ella que el que le dio Quique Wolff, le coloco “la caprichosa” un apodo que se adecua perfectamente a su protagonismo dentro de este hermoso deporte, porque aunque muchos quieran adueñarse de ella para utilizarla para su propio beneficio, ella es solo de los que la respetan y tratan bien como a esa dama irresistible que muchos hombres anhelan tener a su lado. 
Cada vez que ella gira el planeta se detiene, podrá venir en diferentes colores y presentaciones pero benditos aquellos que saben tratarla y conocen la forma de que ese objeto llamado “balón” nos permita seguir viviendo muchas alegrías y como dijo el Diego, un gran amigo de la caprichosa, “la pelota no se mancha”. 

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